Tóxicos anónimos

16 de Septiembre de 2021 a las 13:59

Verán ustedes, no es que seamos consejeros maritales, PERO nos parece que esta es una lista práctica de algunas conductas nocivas que podrías ahorrarte de ida o de venida, es decir, al brindarlas o al aceptarlas. “No trates a los demás como no quisieras ser tratado” y checa esto:

Las cero detallistas. No conocemos a una sola persona que tache de innecesaria una nota recordándole lo importante que es para alguien más, una invitación inesperada, o una aparición sorpresiva sólo para darle un abrazo. Así que no renuncies a eso por favor.

Las amantes del monólogo disfrazado de diálogo. Y nos referimos exactamente a aquellos donde el yo-yo es su tema favorito. Tú y tus ideas son tan importantes, como todo eso que los demás tienen que expresar, no lo olvides nunca. 

Las negativas. Aquellas que piensan que su bola de cristal tiene toda la información sobre lo que va a pasar y te regalan frases como “No te lo van a dar” “No vas a ganar” “No vas poder” “Va a temblar” y una larga lista de etcéteras. A veces la repetición de este tipo de cosas te hace creer que lo que dicen es verdad, así que tú decides.

Las aburridas por costumbre.  Entiéndase que son aquellos que no importa a dónde los lleves, a dónde los invites, lo mismo la montaña rusa, un súper concierto o un viaje en crucero, tienen cara de haberse tragado un palo y no hay manera de sacar su lado ameno. ¿Te han regalado una sensación así? ¿Qué opinas? ¿Cómo que no está padre verdad?

Las que se autonombraron jueces del universo y siempre creen tener la razón. A este respecto, dejaremos por aquí tres verdades: Tú y todos somos perfectamente imperfectos, todos tenemos un poco de razón y la tolerancia es lo de hoy. Mereces a alguien que se enamore de tu esencia, y eso incluye aciertos y desaciertos, alguien que te impulse a mejorar sin estarte recordando todo lo que desde su perspectiva, estás haciendo mal. 

Las sabelotodo, que interrumpen a todo aquel que quiera hablar de un tema del que creen “saberlo todo” cuando en realidad es probable que sepan muy poco. Todos somos súper conocedores de algunos temas, e ignorantes de muchos otros. Entonces, tú posees tanta sabiduría como cualquier otro que presuma de ello y debería ser agradable escuchar lo que tengas que aportar.

Las alteradoras profesionales de la verdad, entiéndase “mentir” y el diccionario literal dice que mientes cuando alteras deliberadamente lo contrario de aquello que sabes o que ocurrió. Si de repente le cachas en una versión diferente de algo que ya te había dicho, ojo porque se puede hacer una tradición cambiar la realidad de su trabajo, su familia y sus sentimientos.

Y aquí va un comentario para ambas partes en una relación, nosotros pensamos que fingir te agota, y para mentir se necesita tener una memoria de elefante, entonces recomendamos ser auténtico desde el principio y tratar de elegir a una persona que no tenga miedo de serlo también.

Las envidiosas. ¿Cuáles? Pues aquellas parejas que no se alegran por todo lo bueno que logres, por todo el éxito que alcances y por todo lo increíble que la vida te entregue día con día. Este tipo de personas son como el sol, entre más lejos mejor. No diremos más.

Las abusivas. Exactamente son esas que no se ponen un tope para invadir tu privacidad, criticarte de forma constante o pedir mucho más de lo que ofrecen. Son los clásicos que les das la mano y se toman el pie también. Ninguna relación es perfecta todo el tiempo, pero estas personas no tienen límites, tú se los tienes que poner. 

 Las manipuladoras. Aquellas que tienen un sensor especial para descubrir tus necesidades y deseos, e insisten en cumplirlos a toda costa, pero ojo porque aunque tal vez de forma inconsciente, lo hacen para poder crearte un sentido de dependencia. Ellos creen que el mundo está lleno de personas que dependen de su ayuda.

 Las temperamentales y reactivas. Aquellas que tienen una personalidad fuerte y dominada por sus emociones, que actúan de forma impulsiva y nunca tienen filtros cuando hablan. Suelen decir lo que piensan y justo en el momento en que lo piensan, eso está bien. Pero ten cuidado cuando usan esas emociones tan fuertes de forma permanente para tratar de chantajearte. Y tampoco es que sea muy agradable sentir que estás con alguien que en cualquier momento puede desencadenar una pelea.  

Las preocupadas. Nos referimos a aquellas que utilizan mucho la expresión “¿Y si…?”, anticipando una consecuencia hipotética, de una realidad que no está ocurriendo, y angustiadas por lo que pudiera pasar. Si estás con alguien así, no huyas, simplemente procura transmitirles que tratar de estar positivos y confiados, nos mantiene tranquilos. Además, no tenemos que controlarlo todo, hay que soltar y soltar y seguir soltando todo aquello que no está en nuestras manos.

Las quejumbrosas. Son aquellas personas a las que nada les parece y que ya hicieron de eso un hábito. Si te sientes atraído por alguien así, dile desde el principio y de forma respetuosa, que la apertura ante el hecho de que algo no salga como lo tenían pensado, está de moda.

Los criticones por deporte. Es fácil identificarlos porque casi nadie ni nada escapa de sus tijeras. Y lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de Pedro, es una verdad universal. Muchas veces lo que se critica del otro, no es más que un reflejo de algo personal que aun tenemos que trabajar para poder liberarlo de nuestro propio escrutinio.

Dicho esto, sabemos que no hay relaciones perfectas, y que una o más de estas características las podemos encontrar en la persona del espejo, o en ese alguien que nos está robando el aliento. Si te encuentras en esa situación, recuerda que eso de que la gente no cambia, no es para nada algo correcto de decir. Todos estamos cambiando en cada momento y tú puedes cambiar o dosificar cualquiera de estas conductas si así te lo propones. Y si la conducta está en esa persona que empieza a ser especial para ti, te invitamos a ser un crítico positivo y decidir con qué sí y con qué no puedes vivir, y si algo no está ocurriendo como tú lo tenías pensando, recuerda que tienes el control para quedarte o retirarte.

Muy pronto, pondremos a tu disposición, una herramienta de autoconocimiento que te ayudará a conocer el patrón de pensamiento, comportamiento y sentimientos que tú mismo tienes. Ya sabiendo esto, podrás entender mucho mejor tus reacciones y la facilidad o complicación con que interactúas con unas personas y con otras. Es un test que te ayudará a descubrir un poco más sobre estas conductas. Ya sea para corregirlas (si es que tú las tienes), o para distinguirlas (si es que esa persona especial las tuviera). 

¡Un abrazo y siempre atentos a leerte!

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