Decálogo 19

Afortunadamente, COVID-19 está perdiendo fuerza, nos gusta pensar que llegó para cambiar por completo nuestra forma de vibrar en esta vida, y con mismas dosis de nostalgia, alegría y respeto por las circunstancias en que cada uno hemos llevado este tema, compartimos las DIEZ MACRO ENSEÑANZAS que nos ha dejado:

UNO. Abraza todo el tiempo y sin control a las personas que amas. Diles lo irremplazables que son en tu vida, que suspiras apenas se dan la vuelta y que perder un brazo sin anestesia te dolería menos que su ausencia. Si fuera ejercicio de gimnasio, te diría que hagas 10 series de 10 repeticiones al día con cada persona.

DOS. La multitarea no necesariamente funciona ni te hace más eficiente, y su resultado siempre son pincelazos de atención a todo. Mejor prioriza, asigna tiempos definidos y atiende una sola cosa a la vez. Un buen consejo es empezar el día resolviendo lo más importante (aquello que si dejaras para el día siguiente haría que tus proyectos se estanquen), y ya más relajado, pon atención a otras cosas.  

TRES. Choteadísimo, pero cuida tu salud. Las frutas y verduras le caen muy bien al cuerpo, pero ya está híper comprobado que somos una trilogía donde cuerpo, mente y alma tienen la misma importancia. Come bien, piensa bien y siente bien.

CUATRO. Quita el piloto automático. Si estás con una persona, nunca ni por error le des el avión por estar viendo tu teléfono, la tele o cualquier otro asunto. Aísla ese momento de todo lo demás y dale a su presencia el valor que merece. Escucha sus palabras y pon atención a sus silencios. El resultado mágico que obtendrás será la misma atención y tiempo de los demás hacia ti.

CINCO. Combate el estrés entrenando tu atención. No salir, no interactuar, platicar o sentir el calor de los demás, nos puso muy tensos, y descubrimos que un buen antídoto es enfocarse en el momento actual. Si aprendes a concentrarte en lo que estás viviendo y en ninguna otra cosa, tu regalo será una sobredosis de felicidad, serenidad y paz. Existe una frase que lo explica perfecto: El ayer es historia, el mañana es incierto, pero el hoy es un regalo y por eso se llama presente.

SEIS. Pon un granito de arena para cuidar el medio ambiente. Hemos leído muchas noticas bonitas en la pandemia: Bajaron los niveles de contaminación, animales cruzando lugares por donde no pasaban hace años, el cielo azul, etcétera.  Y otras no tan agradables: Frío en el verano, sol en el invierno, lluvia todo el tiempo. Que no se necesite otra pandemia para reducir nuestra huella ecológica. Todos podemos reducir el uso del carro, aprender a separar residuos, preparar composta, y muchas otras cosas que podemos encontrar en internet. Todo está en querer.

SIETE. No monopolices tu fuente de ingresos. La lección que todos recibimos fue dura y complicada de entender, pero si perdiste tu trabajo, disminuyeron tus clientes o las ventas de tu negocio, ahora sabes que depender de una sola actividad económica, te puede poner los dedos contra la puerta en cualquier momento. Seguramente, podemos encontrar más de una actividad que nos haga felices y que podamos monetizar.

OCHO. Ten un amigo incondicional en casa. Un perro, gatos, pájaros o un pez son bienvenidos en casi todos los espacios. Para ellos no hubo COVID, y son un perfecto recordatorio de lo poco que necesitas para ser feliz. Cuidar de ellos te ayuda a cultivar bondad, compasión, ternura y sentido de protección, y la combinación de todo eso te convertirá en una persona sensible siempre a las necesidades de otro ser vivo.

NUEVE. Aunque tengas ayuda, te recomendamos que por lo menos una vez al mes limpies y ordenes todo con tus propias manos. Tu casa, tu lugar de trabajo y el carro o similar. Hacerlo te dejará muchas cosas buenas: Le darás valor a los que lo hacen por ti, te ayuda a depurar, mantienes un control sobre lo que tienes y sabrás siempre dónde está todo y para qué sirve. Dar mantenimiento a tus cosas materiales, te mantiene conectado con la parte “no tan material” pero importante que esos objetos representan en tu vida.

DIEZ. Siente la buena vibra del “altruismo sin reflectores” y crea una cadena de sinergia positiva. Todos tenemos un don, una virtud o la facilidad para hacer algo muy bien con lo que ganamos dinero. No te pedimos que lo hagas gratis, solo que de vez en cuando (o muy seguido si puedes), lo pongas al servicio de alguien sin cobrar ni pedir nada a cambio. Está garantizado lo bien que te sentirás, y estarás lanzando un petardo de energía que regresará a ti para sacarte una sonrisa. Si lo haces sin publicarlo ni decírselo a nadie, obtendrás puntos extra de energía.

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